Esta fábula cuenta la historia de un pavo real y una grulla. El pavo presumía de su elegante plumaje, mientras que la grulla no poseía tan bonito plumaje. La grulla le enseñó algo muy importante al pavo: que todos tenemos defectos, ya que, la grulla volaba y el pavo no. De esta forma la grulla le enseñó al pavo algo muy importante. La moraleja de esta fábula es la siguiente: nadie tenga en menos a su vecino, que Dios da a cada uno su cualidad. En resumen, nadie es perfecto.
Aquí os dejo un enlace a una página en la que hay numerosas fábulas incluido la que os he contado.
De: Alberto.
2 comentarios:
muy bien Alberto.
GULUGULU
Muy original tu fábula y tu moraleja.Me ha gustado mucho.
De:Paula Z.
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